Académicos discuten efectos empíricos de la prisión preventiva para las personas

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10 / 05 / 2019

Tras asistir a un seminario sobre condenas erróneas, el economista de la Universidad de Chile, Nicolás Grau, se interesó por cuantificar el impacto de la prisión preventiva. ¿Quiénes son los grupos más perjudicados por esta medida? ¿Cómo afecta este error la vida de las personas y de sus familias?, fueron algunas de las preguntas que Grau, junto a Tomas Cortes, Gonzalo Marivil, Jorge Rivera y Damián Vergara intentaron responder en una serie de investigaciones, cuyos resultados se presentaron en el coloquio “Las consecuencias en el uso de la prisión preventiva” que se realizó el miércoles 8 de abril en la Facultad de Derecho UDP.

Como contexto, según dijo el economista, la prisión preventiva en Chile ha ido en aumento: en el mundo, un 27% del total de presos tienen una medida de prisión preventiva. En Chile, este número ha ido en aumento de un 21,9% en 2007 a 36% en 2017.

Así, una de las investigaciones que mostró Grau es sobre los efectos de la prisión preventiva en los salarios de las personas. Comparando la dinámica laboral de personas finalmente absueltas que tuvieron prisión preventiva con las personas absueltas que no tuvieron esa medida cautelar, se logró determinar que “existe 12% de la reducción del salario y la menor probabilidad de encontrar un empleo formal”.

El académico agregó que existe un efecto heterogéneo, independientemente el tiempo que se estuvo en prisión preventiva. “El estigma tú lo tienes estando cinco días o estando dos meses (en la cárcel). El problema principal es que esta gente estuvo de manera forzada fuera del mercado laboral”, dijo, lo cual generaría una dificultad de encontrar un trabajo estable después del encarcelamiento.

Según el investigador, lo ideal sería generar un sistema de compensación por el tiempo que se estuvo sin trabajo. “Si tuviera que diseñar un plan en ese sentido, eventualmente primero se debería compensar a las personas por los meses que estuvieron fuera del mercado laboral de manera forzosa y después preocuparse por el primer trabajo”, comentó.

Para el académico de Derecho UDP, Cristián Riego –quien comentó la exposición de Grau–, mientras los “tiempos de juicios se han alargado, las prisiones preventivas se han acortado. Si estas dos citas fueran realidad, significaría que lo que está pasando es que se está usando la prisión preventiva como un mecanismo simbólico de castigo a un conjunto de personas”.

También habló sobre algunos peligros de la visión que mostró Grau: “Si seguimos reclamando porque tanta gente en prisión preventiva luego es absuelta, lo que podría empezar a ocurrir –y que ocurre en la mayor parte del mundo- es que se van a tomar las medidas legislativas para que eso no ocurra. La gracia del sistema chileno es que la absolución le resulta muy barata al tribunal de juicio. Eso es algo raro y hay que cuidarlo”.

Y agregó que “un error grave es plantear la posibilidad de compensación. Si resulta que cada vez que el tribunal de juicio absuelve a alguien que estaba en prisión preventiva y hay que luego compensarlo, van a tender a bajar las absoluciones”.

También se investigó el impacto de la internación provisoria de menores de edad para la reincidencia, como también si existe discriminación por clase social y origen étnico en la aplicación de la prisión preventiva, específicamente los mapuches.

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