Egresado Hernán González publica capítulo de libro sobre “Compliance Deportivo”

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El abogado UDP se especializa en derecho deportivo y publicó en el marco del libro “La pelota no se compra, el libro del compliance deportivo”.

26 / 04 / 2021

Hernán González Guzmán egresó en el año 2018 de la Facultad de Derecho UDP, tiempo desde el cual se ha dedicado al Derecho Deportivo.

Hace pocos meses, publicó un capítulo en un libro sobre “Compliance Deportivo” a nivel internacional, enfocando su trabajo en infancia y fútbol femenino.

¿Cómo surge tu interés por el ámbito deportivo?

El año 2013 un amigo de mi padre me invitó a ser Director de Turno de futbol joven en la ANFP, lo que para FIFA sería un Oficial de Partido, por lo que debo llenar las planillas de juego, revisar los criterios de seguridad de los recintos, supervisar la acreditación de prensa de cada partido al que asisto, entre otras cosas.

Estando haciendo turnos en Barnechea, el profesor Francisco Bozán, que entonces dirigia a la sub 19 de A.C Barnechea (despues dirigió el plantel profesional de U de Concepción y La Serena) me vio estudiando para una solemne y cuando le conté que era para Derecho Civil, me pregunto sobre derechos de formación y mecanismos de solidaridad, dos elementos del reglamento FIFA en torno a financiar a clubes formadores (a grandes rasgos).

Yo solo había escuchado esos términos en la televisión, así que me comprometí a buscarlos y llevarle una respuesta a la semana siguiente. Ahí fue cuando descubrí que había especialización en derecho deportivo, su desarrollo en España y otros países. De ahí en más no dejé de estudiar nunca más por mi cuenta sobre el tema y a cada profesor que podía lo incomodaba con alguna pregunta deportiva.

Ahí debo reconocer la paciencia y el apoyo de profesores como Claudio Fuentes Maureira, que me apoyó hasta en el seminario de título, aceptándome un tema deportivo; Juan Ignacio Contardo, Francisca Barrientos y Mauricio Baquero que siempre me permitieron salir un poco del hilo tradicional para preguntar por algo deportivo.

¿De qué forma has podido vincular el ejercicio de la profesión legal con el ámbito deportivo?

Después de esa pregunta de Francisco Bozán seguí siempre estudiando y una amiga de colegio me puso en contacto con Edgar Merino Vidangossy, que es el socio fundador de Solo Cracks, agencia de representación que trabaja con Christiane Endler.

Desde entonces, y antes de titularme, me hice asesor legal de la agencia, lo que me permitió trabajar en el paso de Christiane al PSG de Francia, que es la transferencia más importante en la historia del fútbol femenino chileno y la primera transferencia profesional femenina desde España.

Al principio trabajaba con Pablo Mettroz, abogado que se tituló de la Universidad Católica y con el que trabajé dos años asesorando a Solo Cracks, a María José Urrutia en su causa de dopaje (de la que tengo consentimiento para hablar, claramente), entre otros. Y ya hace un año que estoy trabajando solo viendo dopajes, transferencias de deportistas, reclamaciones al sistema de beca PRODDAR.

En todo ese trabajo se vincula el derecho porque en toda actividad deportiva hay centenares de contratos involucrados, todos de doble naturaleza, siendo una la deportiva pero también son civiles, comerciales, laborales, seguros. Mi trabajo se ha basado en hacer que estas características no generen que el evento o el sponsorship no puedan materializarse en los hechos.

El derecho, cada rama del derecho, se comunica y no es tan independiente como a veces pareciera, ahí es donde gran parte del “vincular” el ejercicio legal con lo deportivo se basa en aprovechar los principios más generales y trabajar desde ellos, entendiendo la especificidad y particularidad del deporte. No obstante, hay materias como el dopaje donde los principios más generales son olvidados y pareciera que litigamos en derecho penal de la colonia.

Cuéntanos de tu participación en el libro de Compliance Deportivo recientemente publicado

El libro “La pelota no se compra, el libro del compliance deportivo” pertenece a la WCA, World Compliance Association. Que es una Asociación Internacional sin ánimo de lucro formada por profesionales y organizaciones interesadas en el mundo del “compliance” con sede en Madrid, España.

Su objetivo es la promoción, reconocimiento y evaluación de actividades de cumplimiento en las distintas organizaciones, en ese objetivo es que surgió la necesidad de un libro de compliance en el mundo del deporte no solo por su “mala fama” reciente, con los casos de FIFA gate y sus asociaciones, sino que también por la especificidad del mercado deportivo. Así es como escribieron abogados de alto reconocimiento en el mundo del derecho deportivo como Enric Ripoll de España y Ricardo Frega Navia de Argentina.

Mi participación es gracias a Martín Garretón, que es exestudiante de la Facultad. Él hizo un máster en España y está muy enfocado en la representación de jugadores, por lo que estamos en constante contacto. A él le ofrecieron escribir originalmente el capítulo de infancia o fútbol femenino, pero sintió que yo era el más adecuado y me recomendó. Así fue como llegué a escribir el capítulo.

En mi caso soy uno de los dos chilenos que participaron de la redacción, el otro es Cristián Mir, siendo el capítulo siete el de mi autoría y que habla sobre la relevancia de Compliance en materias de Infancia y fútbol femenino.

Ambas áreas en las que trabajo hace más de siete años, desde el ser oficial de partido, y más de tres como asesor legal de instituciones. En el caso de infancia, además, tengo una particular cercanía gracias a que el 2016 junto con dos compañeros que quiero mucho, participamos del Desafio Pro Bono con un proyecto que se llamó “Mi Colegio Me Protege” donde fuimos uno de los tres equipos ganadores de la edición. Ahí participaron Gabriel Carvajal y, la hoy ayudante del programa de curadores, Margeory Pérez, a quienes admiro y quiero un montón. Y que me han enseñado todo lo que sé del trabajo en derecho de infancia y son tremendos abogados.