Pandemia, justicia e igualdad ante la ley

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Lidia Casas - El Mercurio

07 / 07 / 2020

Señor Director: Dos imágenes de funerales han llamado la atención en las últimas semanas: uno tenía músicos, fotógrafos, varios sacerdotes y muchos familiares (políticos) y, pese a todas las advertencias, uno de los participantes insistió en abrir el féretro. En el otro, un solo hombre bailaba cueca alrededor del féretro de su mujer, en presencia de un único sacerdote, en una iglesia vacía del Maule. Según las autoridades, en la primera situación se cumplieron todos los protocolos; en la segunda, en cambio, se instruirá un sumario sanitario contra el viudo.

Es probable que en uno de los dos casos la autoridad haya cometido un error y que pudiera enmendarlo, ya sea instruyendo un sumario en el primer caso, o desestimando la amenaza de sanción contra el solitario cuequero. Intuyo que lo segundo es más fácil.

Esta pandemia ha desnudado los desafíos de la justicia. Más allá de la declamación de que todos somos iguales ante la ley, su aplicación está cruzada por el estatus y la condición social. Otro ejemplo: con desparpajo se concedió una salida alternativa a la pasajera de un helicóptero que viajó a su segunda vivienda, quien debió donar $500 mil al Hospital Calvo Mackenna, un monto probablemente cercano o menor al que le costó el viaje. Bajo ese prisma, quienes circulan en transporte público podrían donar una fracción de lo que cuesta un viaje en el Transantiago. Es la única forma en que podemos convertir en realidad la idea de igualdad ante la ley.