Especial 40 años Facultad de Derecho UDP: Te invitamos a conocer a Camila de la Maza, alumni de la generación 2001
16 / 06 / 2022
Camila de la Maza ha desarrollado su trayectoria profesional vinculada a los derechos humanos de mujeres e infancia y la profundización de la perspectiva de género en las políticas públicas y las prácticas judiciales. En la actualidad es abogada y Coordinadora de Seguimiento Legislativo en Corporación Opción
¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional?
Comencé como ayudante de Lidia Casas en una investigación sobre violencia intrafamiliar y género y luego me fui a vivir a Canadá por tres años, donde trabajé con mujeres migrantes víctimas de violencia. Esos dos hitos fueron muy importantes para ir definiendo mi trayectoria profesional bajo el alero de los derechos humanos y la necesidad de profundizar en una perspectiva de género en las políticas públicas y desde luego en las prácticas judiciales. Cuando regresé a Chile comencé a trabajar en temas de infancia, en programas de atención directa a niños y niñas que habían sufrido graves vulneraciones de derechos. Si a esa realidad, uno le agregaba una mirada desde la teoría de los derechos humanos, habían cosas muy evidentes: por una parte, las niñas sufren una particular forma de violencia en su condición de mujeres; y por otra, la ausencia de una mirada hacia la niñez con perspectiva de derechos humanos. En esas aguas he navegado los últimos 10 años.
¿Qué destacas de haber estudiado en la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales?
Lo que más destaco de mi paso por la facultad, tanto en el pregrado como en el postgrado, fue que me permitió tener una mirada muy amplia de nuestra profesión, pero además, aprender a combinar nuestro trabajo con otras disciplinas. Tuve el privilegio de tener profesores y profesoras siempre disponibles a conversar y profundizar, y, desde luego, a innovar.
¿A qué desafíos se enfrentan las nuevas generaciones de abogadas y abogados?
Me parece que en medio del trabajo de la Convención Constitucional, nuestros desafíos profesionales son enormes, especialmente porque de aprobarse el nuevo texto en el plebiscito de salida, tendremos una etapa muy importante de implementación de las nuevas disposiciones. Con todo, me parece que el mayor desafío -al menos en el ámbito en el que hoy me desempeño- es colaborar con un sistema de justicia que ponga los derechos de las personas al centro, que en lo concreto, se traduce en que sea uno más amigable y cercano, especialmente con aquellos grupos de especial protección, que han sido histórica y estructuralmente marginados.