En un reportaje recientemente publicado por la edición de agosto de la Revista El Mercurio Legal, se reunió a diversos expertos y académicos para conocer esta técnica definida como “la gestión judicial de los casos”
31 / 08 / 2020
El académico de la Facultad de Derecho UDP, Claudio Fuentes, fue entrevistado en un reportaje de la edición de agosto de la revista El Mercurio Legal, acerca del Case management, donde se mencionan algunos de los hallazgos de su tesis doctoral.
El Case Management, es un modelo anglosajón que impulsa una conducción activa por parte de los magistrados en los sistemas de justicia civil.
El concepto, fue introducido durante la década de los ’90 y desde entonces, el mundo legal lo ha observado como un modelo que refleja las tendencias actuales de organización de los sistemas judiciales. A nivel nacional, destaca el tratamiento académico por parte del profesor de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Ramón García Odgers, y el académico e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes Maureira.
Para el profesor de la Facultad de Derecho UDP, la alta carga de trabajo en el sistema judicial, involucra dos dimensiones: case management y managerial judging. En el case management “el tribunal se organiza como un todo, genera tipologías de casos”. Los divorcios de mutuo acuerdo son, para el académico, un ejemplo muy concreto de de case management más estructural, donde se ha reemplazado las audiencias por una forma de tramitación que obedece a las necesidades de este grupo en particular.
La pandemia ha planteado la necesidad de articular procesos de trabajo, gestionar la escasez de recursos, el tiempo de los tribunales y el cumplimiento de estándares mínimos. Este período, ha generado postergación y reprogramaciones y, a los cuatro meses de causas judiciales detenidas, se deberá sumar los conflictos que derivarán de la crisis económica y las nuevas causas.
En ese sentido, Fuentes señala que el case management es una de las pocas alternativas para resolver los conflictos planteados por la pandemia: “Si el sistema tiene recursos limitados, cada tiempo que destinas a un caso, se lo quitas a otro”.
En su investigación doctoral para la Universidad de Stanford, Claudio Fuentes investigó los sistemas procesales reformados, analizando la incorporación del modelo de juicio oral en Chile en las jurisdicciones Penal, Familiar y Laboral, con el objetivo de descrubir el funcionamiento de la audiencia de juicio, el modo en que los jueces dirigían las audiencias y cómo se presentaba la prueba.
Entre 2017 y 2018, a partir de observaciones en audiencias en los tribunales de Santiago y entrevistas a jueces, abogados y administradores de tribunal, identificó prácticas recurrentes en los operadores del sistema de justicia.
Así, ha identificado en Chile algo que la doctrina no ha designado aún ni estudiado ampliamente, pero en su opinión es un germen del managerial judging, una de las técnicas asumidas por los jueces para controlar el desarrollo de una litigación.
Respecto a la noción que existe en la doctrina acerca de cómo debe ser el comportamiento de los jueces, indica que sólo en Penal se cumple que previo a una audiencia del juicio oral, el magistrado llegue con la mente en blanco y conociendo lo menos posible del caso. Esto no ocurre en Familia y Laboral, donde los jueces estudian las causas y revisan el acta de la audiencia preparatoria, a fin de proponer buenas bases de conciliación y, si estas fallan, dirigir de modo proactivo la audiencia.
Su análisis empírico permite concluir que los académicos y abogados suelen tener una visión simplista de los jueces, entendiendo que su complejidad se reduce a la determinar un fallo. Sin embargo, la realidad muestra que los magistrados están sometidos a altas cargas laborales, lo que no es ampliamente reflexionado desde la academia ni la teoría procesal. En este sentido, la incorporación del case management se hace evidente, ante la incapacidad financiera y humana de los sistemas judiciales, de terminar los casos con una sentencia de fondo.
En Chile, estamos en un estado incipiente, pues hay “un conjunto de prácticas que se han ido desarrollando por los jueces, pero no es algo uniforme ni compartido”.