Catalina González y su paso por la Clínica de Justicia Criminal UDP: “Creo que es la experiencia más importante de la carrera”

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La estudiante de décimo semestre, comenta su participación en las clínicas jurídicas de la UDP.

30 / 09 / 2021

Catalina González comenzó a estudiar derecho en 2016. Hacia el término de la carrera, participó del aprendizaje clínico del derecho en la Clínica de Justicia Criminal, instancia que valora y considera “la experiencia más importante de la carrera, porque es muy distinta la teoría que se te enseña a lo largo de la carrera, de lo que se ve en la práctica, que solo la pude alcanzar con la clínica”. Destaca que se trata del momento de poner en práctica lo aprendido a lo largo de la carrera y que aunque requiere de un tiempo de adaptación, se logra “entender a profundidad el funcionamiento del sistema”.

A pesar de haber desarrollado la totalidad del semestre en modalidad remota, fue posible incorporar nuevos aprendizajes: “Si bien fue totalmente online, aprendí mucho de cómo funciona el sistema penal en la práctica, en especial sobre el Ministerio Público y las policías, teniendo contactos telefónicos, por correos o por la página SIAU de la fiscalía. Se ven cosas que no se enseñan durante la carrera, que solo se logran mediante el trabajo en las causas”, explica.

La estudiante de quinto año señala que durante el trabajo en la clínica jurídica, se abordan casos como querellantes y como defensa: “pude experimentar las dos caras de la moneda. Las principales labores eran presionar a la fiscalía mediante la insistencia de solicitudes de diligencias, además de pensar qué otras acciones podíamos solicitar para que se avanzara en la investigación de las causas. Son pocas las que están avanzadas fuera de la etapa de investigación, y muchas veces se terminan antes de llegar a un juicio oral. Aunque también tuvimos la experiencia de llevar un juicio oral (por zoom), y de Audiencia de Preparación de Juicio Oral”, relata.

Para Catalina, la experiencia fue positiva y reconoce que cada caso abordado por la Clínica de Justicia Criminal tiene particularidades: “me llamó en especial la atención un caso que tiene como contexto el estallido social de 2019, porque con tan solo examinar la carpeta investigativa de la fiscalía se puede ver la inocencia de la persona y lo poco probable, sino imposible, de que hubiera cometido el delito, sin embargo, por ensañamiento del Ministerio Público esta persona estuvo privada de libertad varios meses por prisión preventiva. Ese es un claro ejemplo para entender cómo funcionan realmente las fiscalías y las policías, puesto que en la investigación de los delitos están lejos de ser imparciales, depende mucho de la voluntad del fiscal que lleva el caso”, precisa.

A pocos meses de egresar, la estudiante de derecho afirma que le gustaría trabajar en la Defensoría Penal Pública: “creo que es un ámbito donde es necesario aportar y hacer lo mejor posible para quienes necesitan una defensa y no pueden costearse una privada. No debemos olvidarnos de la importancia del derecho a la defensa, más aún es este sistema tan injusto”, finaliza.