Curso Derecho de Familia finalizó con un moot como actividad de evaluación final

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06 / 12 / 2022

Durante el segundo semestre del año 2022, el profesor Ricardo Vergara desarrolló un moot como actividad de evaluación final del curso Derecho de Familia, en reemplazo del tradicional examen. La instancia fue desarrollada con el propósito de acercar la práctica del derecho de familia en tribunales a las y los estudiantes, y se extendió por cerca de dos meses, incluyendo cuatro evaluaciones: demanda, contestación, audiencias y sentencia.

Vergara ha centrado su ejercicio profesional en Litigios, Libre Competencia y Regulación Económica, y  Arbitraje, y señala que con esta innovación en la estrategia de evaluación se propuso “ofrecer una actividad en la cual, además de desarrollar una amplia variedad de habilidades (escritas, orales, argumentativas e investigativas), pudieran aprender “jugando”. Lo anterior, debido a que el moot es esencialmente una competencia, por lo que no solo se realizan evaluaciones, sino que el desempeño de las y los estudiantes se contrapone directamente con el de los otros equipos. Así, por ejemplo, al contestar las demandas de los otros grupos, tienen que planificar su estrategia y buscar ganar. Ello da una motivación especial para aprender. En cualquier caso, la etapa donde más se aprecia esto es en las audiencias, donde muchos tuvieron su primera oportunidad de hacer un alegato. En definitiva, el gran objetivo fue motivar a las y los estudiantes a apasionarse por el derecho mediante la abogacía, que tantas veces parece algo muy lejano a lo que se estudia día a día en el pregrado”.

El profesor explica la dinámica: “Cada grupo debía demandar en un tema, contestar la demanda de otro equipo en otro tema, representar al demandante y demandado de cada demanda antes elaborada en una audiencia en la cual debían hacerse alegatos, y, finalmente, redactar una sentencia sobre un tercer tema. Los temas fueron alimentos, cuidado personal y relación directa y regular, divorcio con compensación económica, violencia intrafamiliar, medidas de protección de NNA y filiación. Cada tema tenía asociado un caso, el cual contaba con una breve relación de los hechos y con medios de prueba que buscaban simular lo más cercanamente a la realidad los medios de prueba que se verían en un juicio sobre cada materia. Dichos casos y medios de prueba ficticios fueron elaborados por el equipo de ayudantes con orientación y revisión del profesor. Cada escrito, alegato y sentencia recibió retroalimentación detallada de parte del profesor, tanto para cuestiones formales como de fondo”, detalla Ricardo Vergara.

Sobre la simulación de un moot como estrategia de evaluación, el profesor del Departamento de Derecho Civil UDP señala que “Lo valoro como algo muy positivo, en especial porque el derecho de familia típicamente ha sido tratado como una especie de curso secundario dentro de derecho civil, donde prima lo patrimonial. Si bien a mí también me gusta mucho el derecho civil patrimonial, lo cierto es que saber familia es fundamental para una formación integral de las y los abogados que como facultad queremos preparar. Además, resulta valioso que las y los estudiantes logran empatizar fácilmente con estos temas (más que con contratos y otros asuntos patrimoniales que les resultan más ajenos) y, con ello, aprender también los valores que informan el sistema de derecho de familia, entre los cuales se debe destacar especialmente el interés superior de niños, niñas y adolescentes”, concluye.

Para Isidora Díaz, estudiante que fue premiada como mejor escritora y como integrante del mejor equipo, la experiencia fue grata y desafiante: “Sin duda lo que más disfruté fue ensayar los alegatos, ya que esta actividad implicaba meterse en un personaje que aún no somos del todo, creerse el cuento y pelear elegantemente con tu contraparte. A minutos de presentar mi alegato, me puse mi blazer más encachao’, repasé mis últimas líneas y me convencí inmediatamente que sería la abogada que triunfaría en el tribunal imaginario, y si bien pudo salir mejor, es importante tener presente que en base al ensayo y error se consiguen muchas cosas. A futuro quisiera involucrarme en otro moot del área civil, y sin duda recomendaría que si alguien más tiene la oportunidad de participar, lo haga. Creo que es una instancia que pocos alcanzan a vivir en pregrado, sin considerar, además, que es una herramienta que no solo te ayuda a trabajar la redacción u oralidad, sino que también se convierte en la oportunidad para adquirir confianza en ti mismo al momento de defender tus ideas y convicciones, y lo más importante, a trabajar en equipo pese a cualquier adversidad”, valora.

Kathalina Castro fue destacada en la categoría de mejor jueza, y cuenta que esta actividad le permitió aplicar los conocimientos adquiridos en el curso y aproximarse al ejercicio de la profesión: “Es una forma novedosa e interesante de evaluar nuestros conocimientos y de manera mucho más precisa que una prueba escrita, pues a veces las circunstancias del momento juegan en contra y no se puede rendir como uno espera, además que es sabido que una prueba muchas veces no mide realmente todas nuestras capacidades como si lo hizo la realización del moot, en donde se midió tanto nuestra capacidad en la escritura como la oratoria, la argumentación y el trabajo en equipo que son habilidades muy importantes dentro de la profesión. Realmente recomiendo la realización de moot en otros ramos, porque se aprende muchísimo en cada una de las etapas de este, e incluso a modo personal siento que aprendí mucho más de lo que hubiese aprendido estudiando solo para realizas una prueba en papel como son las evaluaciones normales”, precisa.

Isidora Anríquez cuenta que para ella fue sorpresivo que el examen del curso consistiría en un Moot: “El Moot requirió de distintas habilidades, dependiendo de la etapa en la que nos encontráramos. Así en la etapa redacción de la demanda y de contestación, el desafío fue triple. Por un lado, consistió en dar cumplimiento a los requisitos de todo escrito, y prestar atención a aquellos especiales del Derecho de Familia, idealmente buscando más escritos de causas reales, para descubrir prácticas usuales. Para esto último, tuve que hacer uso de mis habilidades blandas y pedir favores a otras personas externas al curso, que estuvieran dispuestas a ayudarme en mi propósito académico. Por otro lado, requirió de un estudio del tipo aplicado, en el que no bastó con saber los elementos que identifican y forman una institución jurídica en la Ley, sino que lo que es requerido, es acoplar los hechos específicos que alega mi cliente ficticio, y los hechos indubitados de la causa, con la institución jurídica específica”, relata.

Vicente Muñoz ha participado de otros torneos de litigación, por lo que valora especialmente su incorporación como estrategia de evaluación: “Que esta instancia se haya llevado a un ramo es sumamente enriquecedor, te permite adquirir ciertas habilidades y razonamientos que normalmente uno no las aprende hasta que las vive, por lo que tener la oportunidad de que todo el curso las haya podido experimentar es super bueno para el desarrollo en la carrera. Espero que puedan haber más instancias como estas porque así todos tendrán una gran base para el futuro”, comenta el estudiante.

Al término del semestre, se premió a las y los estudiantes por su desempeño en las categorías de: mejor escritor/a, mejor orador/a, mejor juez/a, y mejor equipo. Los reconocimientos fueron otorgados a:

Mejores escritores

  • Isidora Díaz
  • Javiera Robles
  • Monserrat Pantoja
  • Miguel Sepúlveda

 

Mejores oradores

  • Isidora Anríquez
  • Ignacio Illanes
  • Carla Valdés
  • Emilia González
  • Cristóbal Heimrich
  • Vicente Muñoz

 

Mejores juezas

  • Javiera Riquelme
  • Kimberly Bordones
  • Kathia Tello
  • Kathalina Castro
  • Ángeles Franco

 

Mejor equipo del moot

  • Isidora Díaz
  • Javiera Robles
  • Monserrat Pantoja
  • Miguel Sepúlveda