26 / 05 / 2020
La egresada de la Facultad de Derecho UDP, Roxana Ñúñez, tuvo la oportunidad de realizar una pasantía en la Organización de Estados Americanos (OEA), específicamente en la Comisión Interamericana de Derechos Humano y su Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA).
Cabe destacar que al finalizar su pasantía, la OEA contrató a la egresada para que continúe sus labores en la Comisión ubicada en Washington D.C., Estados Unidos.
¿Cómo ha sido tu experiencia?
Excelente experiencia, tanto en el área académica, profesional, y personal. Fue ina instancia que me permitió entender realmente el funcionamiento y tiempos de la CIDH. El programa de pasantías de la OEA es uno de los más grandes de la Región, alberga a jóvenes de distintos rincones del mundo, da la oportunidad de crear lazos con personas increíbles y que tienen intereses afines. Durante el periodo de pasantías realizamos visitas y charlas semanales con expertos y expertas de interesantes temáticas.
En el ámbito más técnico, el trabajo en la CIDH, en mi caso en la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales ha sido mucho mejor de lo esperado, muy desafiante y enriquecedor.
Desde el primer día hasta la fecha he realizado interesantes labores, que me invitan a seguir aprendiendo. Entre algunas tareas que desempeñé fue: ayudar en la reciente e histórica visita de la CIDH a Chile, en enero de este año, para constatar la situación que vive en país tras el estallido social de octubre de 2019; la elaboración de informes para el Grupo de Trabajo del Protocolo de San Salvador; la elaboración de cartas a los Estados; aportar para el futuro proyecto sobre estándares desde el Sistema Interamericano en relación a cambio climático y derechos humanos; ayudar en la preparación de Audiencias Públicas; y la creación de espacios de diálogo entre la sociedad civil y la Relatoría.
¿Cómo sientes que la Facultad de Derecho UDP ha aportado a tus conocimientos para realizar este intercambio?
Creo que es necesario prepararse académicamente para aprovechar al 100% la experiencia, y los conocimientos entregados en la Facultad fueron esenciales, especialmente la ayuda brindada por la profesora Judith Schönsteiner.
Me sentí muy segura con lo aprendido durante la carrera, no estuve en desventaja en ningún momento, al contrario. Particularmente mis conocimientos de derechos humanos y derecho ambiental fueron esenciales al momento de desarrollar las labores en la Relatoría, pero considero de fue especialmente relevante la habilidad de llevar a la práctica lo aprendido durante los años de pregrado, y en ese ámbito la Facultad me ayudó demasiado, en concreto participando previamente en el área académica, siendo ayudante en distintas instancias y áreas, además de la excelente experiencia que brinda la Clínica de Justicia Ambiental, la cual me permitió un primer acercamiento con comunidades, y así para poder relacionarse de mejor forma con representantes de la sociedad civil durante la pasantía.
¿Qué destacarías de tu pasantía?
La pasantía en su totalidad fue excelente, mejor de lo esperado, pero destacaría dos puntos: Primero, la calidad humana y profesional de la gente que conocí, tanto de los los funcionarios y funcionarias de la CIDH, quienes llevan a cabo sus funciones con pasión y dedicación.
Segundo, el poder entender realmente la relevancia de la indivisibilidad, interdependencia e interrelación de los derechos humanos, la diferencia que existe al observar de manera más detallada la situación al agregar un enfoque de género. El darme cuenta del nivel de desigualdad estructural y discriminación en la Región es uno de los principales culpables de la vulneración de derechos humanos, y que como futuros/as abogados y abogadas podemos aportar en dicha batalla, la Facultad nos entrega las herramientas necesarias y depende de cada uno y una profundizar y una forma es aprovechar la instancia de pasantías internacionales. Especialmente en la CIDH, tanto por sus áreas de trabajo, como por la importante labor que cumple, el poder darle voz a miles de personas, que hoy necesitan que sus solicitudes sean escuchadas y abordadas por profesionales.