Especial 40 Años Facultad de Derecho UDP: Te invitamos a conocer a Isaac Stevens, alumni de la generación 2007
16 / 06 / 2022
Isaac Stevens ha sido destacado por diversas publicaciones extranjeras y locales, por su rol en materias de insolvencia y reestructuración en Chile (Chambers and Partners’ Latin America Guide (2019 y 2020), Best Lawyers (2020, 2021 y 2022), Legal 500 (2021), Top Ranked Legal (2021), y Leading Lawyers (2020), entre otras). En la actualidad se desempeña como asociado en Dechert LLP, una firma estadounidense con presencia global, como miembro del equipo de Reestructuración Financiera.
¿Cómo se ha desarrollado tu carrera profesional desde el egreso?
Cuando iba en tercer año, fui contratado por Carey para trabajar como procurador del área judicial. Trabajé ahí por dos años, y una vez que completé un intercambio en el extranjero y el examen de grado, volví a trabajar, como asociado de la firma. Trabajé por casi siete años en Carey como parte del grupo judicial e insolvencia. La mayor parte de mi tiempo se vinculaba a procesos de insolvencia (principalmente reorganizaciones judiciales de compañías con problemas financieros) y una parte menor, pero también importante, lo destinaba a arbitraje comercial nacional e internacional.
En paralelo a mi labor en Carey, desde mi egreso he estado ligado a la Facultad de Derecho de la UDP, habiendo sido ayudante de Derecho Civil del profesor Carlos Pizarro por cerca de 6 años, y profesor adjunto (part-time) desde 2018.
Carey es una extraordinaria firma, que permite que te involucres en los casos de mayor complejidad del país, donde en muchas ocasiones el cliente o es extranjero o la controversia tiene alguna conexión con el extranjero, lo que supone que sus abogados deben estar preparados para lidiar profesionalmente con otras culturas y tradiciones jurídicas. Asimismo, en mi rol de profesor, sentía que podría contribuir de una mejor manera a mis estudiantes, si contaba con experiencia estudiando en una de las mejores facultades de derecho de Estados Unidos. Por ello, en 2019 viajé a Estados Unidos para perfeccionarme en una de las áreas que había adquirido mi mayor expertise profesional, insolvencia y reestructuración empresarial, vinculándolo a mi labor académica asociada al derecho privado. Así es que opté por estudiar un Master of Laws (LL.M.) en la Universidad de Pennsylvania, poniendo el foco justamente en la intersección del derecho privado y el fenómeno de la insolvencia.
En Estados Unidos tuve el privilegio de tener como profesores a algunos de los abogados y académicos más reputados en el área de reorganización y reestructuración empresarial, lo que reforzó mi interés por esta área práctica.
La experiencia adquirida me motivó por trabajar en estas materias en Estados Unidos, país en el que trabajo desde mediados de 2020, primero en Delaware (una de las principales sedes para procesos de insolvencia en Estados Unidos) y ahora en New York. Actualmente, soy asociado de Dechert LLP (una firma global que cuenta con más de 22 oficinas en las principales ciudades y centros financieros del mundo), en el que asesoro a clientes en materias de financiamiento en situaciones de distress, procesos de reestructuración empresarial (principalmente bajo el Chapter 11 americano) y materias afines, habiendo sido admitido a la barra de Nueva York durante el 2021.
¿Qué aspectos destacas de tu paso por la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales?
Hay múltiples aspectos que vale la pena destacar. La sólida y rigurosa formación académica, el cuerpo de profesores, la amplia red de contactos que te brinda, y la reputación que tiene en el mercado como un centro de excelencia en la formación de futuros abogados. Cada egresado construye su camino en base a sus propios intereses, capacidades y las oportunidades que se van gestando, pero haber pasado por la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales brinda una oportunidad única para nivelar la cancha y poder competir de igual a igual con los egresados de las principales Facultades de Derecho del país.
Destaco particularmente la reproducción del conocimiento que se vive en las aulas de República 105. Cómo quienes ingresan como estudiantes y se interesan por la academia, cuentan con un sinnúmero de oportunidades para desarrollarse desde temprana época, no siendo extraño encontrar en cada generación egresados que siguen ligados a la Facultad como ayudantes o profesores, un verdadero privilegio.
Adicionalmente, la rigurosidad de la Facultad me permitió adquirir destrezas y habilidades respecto a técnicas de estudio y resolución de complejos casos, que ciertamente facilitaron tanto mis estudios de maestría en Estados Unidos como los sucesivos exámenes para validarme como abogado en el Estado de Nueva York.
¿Qué desafíos visualizas para futuros abogados y abogadas?
Yo diría que el mercado legal chileno es cada vez más competitivo, no solo respecto al modo en que las firmas legales prestan sus servicios y captan/retienen a sus clientes, sino también en los procesos de selección para poder formar parte de firmas de abogados. Dicha competencia supone que el estudiante debe tratar de ofrecer a las firmas un valor agregado, demostrar que será un aporte, lo que no es sencillo de lograr cuando la única variable digna de destacar es que han egresado de una buena Facultad. Diría que el principal consejo es que los actuales estudiantes de derecho no pueden esperar hasta el egreso para plantearse cuál va a ser su perfil. Sus credenciales y perfil deben ser diseñados durante sus estudios (eligiendo de forma consistente los electivos que van tomando, mostrando un buen desempeño académico, participando en actividades extraprogramáticas, generando redes con profesores, compañeros y ex alumnos, adquiriendo o perfeccionando el dominio del inglés u otro idioma, procurando, etc.). Sin un oportuno y correcto trazado, el ingreso a un mercado que cada año es más competitivo y sofisticado puede ser más complejo de lo esperado. No se trata de un tema económico (de lograr los trabajos mejor remunerados), sino de que puedas tener cierta libertad de elegir donde trabajar. Dicha libertad que puede no valorarse al inicio de la carrera profesional tiene un enorme valor tras adquirir unos años de experiencia.