Jaime Gajardo Falcón, ministro de Justicia y Derechos Humanos: “Ser académico de la UDP ha sido una gran satisfacción profesional y personal”
Para el profesor UDP "el Derecho debe ser una herramienta de ponderación, de entendimiento, de generación de reglas que nos permitan convivir con nuestras diferencias al interior de un Estado que asegura derechos y marcos de discusión a los ciudadanos y ciudadanas. Es un desafío preparar profesionales que sostengan estas orientaciones".
13 / 12 / 2024
El ministro ha impartido clases en la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales desde 2017 y también realizó investigaciones para el Centro de Derechos Humanos UDP. Abogado de la Universidad de Chile, doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, ha publicado diversos artículos y libros académicos. Fue, además, fiscal del Ministerio de Desarrollo Social entre 2015 y 2018.
Militante del Partido Comunista, asumió como secretario de Estado en octubre de 2024, tras la salida del ministro Luis Cordero de esa cartera. Hasta entonces, había sido subsecretario de Justicia desde el inicio del gobierno del presidente Gabriel Boric.
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¿Qué hace especial la enseñanza de Derecho en la UDP?
En primer término, la gran calidad de su plana docente, la dedicación que docentes investigadores y académicos prestan a su tarea, y la atención con que las y los estudiantes son escuchados. Destaco la disposición e interés del estudiantado por participar del proceso educativo, por formarse en las materias del Derecho desde una perspectiva más amplia que el mero enfoque laboral. El énfasis que la UDP pone en la enseñanza es quizás su rasgo más distintivo. Este contiene la valoración de la democracia, del imperio de la ley y de su base ética que son los derechos humanos. No se enseña el Derecho de manera aislada y utilitaria, se busca destacar su presencia fundamental en las estructuras que sostienen las sociedades. Todo ello con pluralidad de ideas, ya que se llama al estudiante a explorar y a “atreverse a aprender “.
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¿Qué ha significado para usted dar clases en la Facultad de Derecho UDP?
Trabajar en lo académico en una institución que se caracteriza por la apertura y respeto hacia las ideas y visiones, hace que dar clases implique desafíos permanentes y sea algo muy satisfactorio profesional y personalmente. Los profesores debemos estar atentos a la actualización y discusión permanente que en las materias que impartimos se dan. Se trata de estar siempre poniéndose al día, entregando a los alumnos los conocimientos que les permitan no sólo aprender los temas, sino también encarnarlos, llevarlos a la relevancia de la realidad contingente. No hay temas vedados en la UDP, los conocimientos fundan las discusiones. Es un desafío formar parte de las visiones y saberes que a los estudiantes se les imparten de manera sostenida. De nada sirve desarrollar edificios de tecnicismos y teorías altamente complejas si en aquellas estructuras no acceden los alumnos, explorando, discutiendo y aprendiendo. Finalmente, existe un particular desafío en integrar la cátedra en la actualidad, en que la disponibilidad de información y las innovaciones tecnológicas nos colocan siempre en un futuro de insospechados caminos que se abren.
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¿Cuáles son los desafíos de la enseñanza del Derecho en Chile?
Los desafíos que enfrenta la profesión de abogado y del propio Derecho y sus normativas, son inseparables.
Dotar a los estudiantes de los valores y prácticas es un objetivo primordial que debemos siempre considerar. Lo principal es enfatizar la importancia de la profesión legal.
Valores como la tolerancia, el respeto a las ideas contrarias y los diálogos que buscan hacer avanzar a las sociedades, son un poderoso antídoto contra algunas posturas que empujan a la polarización. El Derecho debe ser una herramienta de ponderación, de entendimiento, de generación de reglas que nos permitan convivir con nuestras diferencias al interior de un Estado que asegura derechos y marcos de discusión a los ciudadanos y ciudadanas. Es un desafío preparar profesionales que sostengan, con convicción, estas orientaciones.
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¿Cómo ha sido este periodo, aún breve, desde que asumió el cargo de ministro?
Estoy desarrollando labores ministeriales desde el comienzo del Gobierno, puesto que asumí como Subsecretario de Justicia. Ha sido un trabajo muy intenso, ya que estamos llevando adelante importantes transformaciones, que se relacionan con el acceso a la justicia, el tratamiento de los jóvenes que han infringido la ley, la modernización de los servicios de nuestro sector, el mejoramiento de las condiciones carcelarias y el combate contra el crimen organizado y la corrupción, además de reformas en el ámbito judicial.
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¿En qué le ha ayudado ser abogado en su vida?
Desde que estudiaba en el Instituto Nacional, la preocupación por los temas sociales ha sido una constante en mis acciones, decisiones y, en general, en los caminos que la vida me ha presentado. Si bien, todas las profesiones, oficios y roles que toca desempeñar en la vida son relevantes, creo que ser abogado, para mí, ha tenido la virtud de colaborar en la conjunción entre mis intereses y convicciones y las tareas que me corresponde desarrollar en la profesión. Hoy ejerzo una tarea de Ministro de Estado, pero ante todo soy abogado, y creo que la solidez de esa formación, la mirada omnicomprensiva y global hacia el devenir y la estructura social que nos da la formación jurídica, ha sido para mí determinante y me ha dado siempre la posibilidad de efectuar aportes que creo relevantes hacia la construcción de un mundo mejor.
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¿Qué consejo o recomendación le daría a quienes se encuentran cursando la carrera y les gustaría seguir una trayectoria similar a la suya?
Estimo que lo más importante es estudiar y prepararse, pero no en el aislamiento de los libros en la biblioteca o del hogar. No se debe olvidar que el Derecho es una ciencia eminentemente práctica. Es imprescindible participar, dialogar e interactuar con los estudiantes. El Derecho es una construcción común, que debe contar con la mayor cantidad de miradas y perspectivas posibles para mejorar. Por último, es importante volcarse hacia la gente y sus problemas, allí se aprende lo que los textos no podrían jamás enseñar.
Ayudar, colaborar y acompañar a las personas hacia la construcción de soluciones, son parte de formación que todo joven abogado/a, debería enfrentar. No les aseguro que lleguen a ministros, pero van a estar cada día más felices y realizados en la profesión que han elegido.
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¿Cómo se relacionan los contenidos que ve en su curso de Derecho constitucional con su trabajo como ministro?
El Derecho constitucional es una disciplina que determina el tipo y estructura de las instituciones del Estado reguladas en la Constitución Política y sus principales atribuciones. Entonces, el vínculo con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos es total. Pensemos, por ejemplo, que hoy estamos impulsando la reforma constitucional sobre nombramientos judiciales, que incluye la separación de las funciones administrativas de los tribunales de las tareas jurisdiccionales de los jueces. También estamos implementando el nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil y tramitando en el Congreso el Servicio de Acceso a la Justicia y de la Defensoría de las Víctimas. Hemos también modificado la constitución al crear nuevas orgánicas en el Ministerio Público y se ha fortalecido orgánicamente a Gendarmería para hacer frente al crimen organizado.