Más de 20 años de espera: la fallida reforma al Código de Procedimiento Civil, comentan Macarena Vargas y Claudio Fuentes Maureira
Macarena Vargas y Claudio Fuentes Maureira - El Mostrador
16 / 10 / 2025
“Nuestros códigos originales vienen de España y el Código de Enjuiciamiento Civil español que regía en esa época, cuando se dictó el nuestro, era de 1855. Hay cosas que son completamente anacrónicas y que no se han adaptado a los cambios culturales, sociales, económicos y políticos de la sociedad chilena. Es como si viviéramos en un mundo colonial. Somos como una isla, en ese sentido”, explica Macarena Vargas.
“Hay que hacer los procedimientos más cercanos a la gente”, plantea Macarena Vargas. “Nadie está en contra de la simplificación, todos están de acuerdo en hacer los procesos más breves y que sean preferentemente orales, a través de una audiencia, evitando la presentación de miles de documentos escritos”, precisa. “La reforma en el fondo tiene como dos patitas, la parte procedimental de los juicios y la reforma orgánica, que tiene relación con los órganos encargados de llevarla a cabo. Hablamos entonces, de un mayor número de jueces, tribunales y funcionarios. Entonces, efectivamente, es una reforma cara”, agrega.
Otras de las trabas, reconocen varios académicos y especialistas, es lo que se conoce como régimen de prueba, que es el proceso de validación judicial de los testigos y sus eventuales inhabilidades. Para Claudio Fuentes, este es uno de los procedimientos que se debería reformar. “Es una regla completamente obsoleta”, dice el director del Programa de Reformas Procesales y Litigación de la UDP. “En la práctica sabemos que la prueba la reciben otros funcionarios que toman registro de ella, no el juez o la jueza, que antes de dictar sentencia recién lee el registro. Eso se llama delegación de funciones y está muy vigente en nuestra justicia civil actual”, apunta el abogado.
“Yo creo que no va a haber reforma procesal civil”, dice Claudio Fuentes. “Las reformas anteriores al sistema de justicia ocurrieron en un lapso corto, menos de 10 años, con equipos técnicos del Ministerio de Justicia, un momento político apropiado y una forma de llevar a cabo esas reformas estructurales. Había grupos de la sociedad civil que apoyaban los cambios y ahora no veo a esos grupos. Por eso creo que hoy en día una reforma de ese tipo no es viable”, sostiene.