Profesora Alejandra Castillo realizó curso para Defensores Penales Interamericanos: “Las consideraciones LGBTIQA+ en la defensa penal: derechos, prácticas y correcciones”

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La directora del Departamento de Derecho Penal impartió el curso a 50 personas de todo el Cono Sur.

16 / 10 / 2023

La académica Alejandra Castillo, directora del Departamento de Derecho Penal de la Universidad Diego Portales, dictó un curso enfocado en “defensa especializada con enfoque LGBTIQA+” a 50 defensores y defensoras penales del Cono Sur. La instancia fue organizada por la Defensoría Penal Pública para el BLODEPM y REDPO.

El curso duró tres días, entre el 2 y el 4 de octubre, y se tituló “Las consideraciones LGBTIQA+ en la defensa penal: derechos, prácticas y correcciones”. “Me produce particular orgullo, dado que no hay cursos que presenten la defensa ni el proceso penal con enfoque LGBTIQA+”, señaló la profesora UDP. Además, explicó que las y los estudiantes que participaron del curso “representan a personas imputadas tanto a nivel interno como ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

El curso tuvo como objetivo “capacitar a los y las defensoras del sistema interamericano de justicia, para que aprendan sobre la perspectiva de género en el contexto LGBTIQA+ y cómo utilizarla en la representación de personas LGBTIQA+ en el proceso, tanto en el sistema de justicia penal nacional como supranacional en el SISDH (sistema interamericano de derechos humanos)”, comentó la Dra. Castillo.

“Esto es determinante al momento de plantear una defensa y asegurar su eficacia, para lo cual es esencial contar con un sistema de justicia especializada, si bien no todavía de manera oficial, sí a través de estas instancias para los/as actores del sistema penal y del SISDH”, agregó.

La importancia del enfoque LGBTIQA+ en el proceso es esencial, enfatiza, “y tiene una lectura de relevancia en dos planos adjetivo y sustantivo. Adjetivo, porque es crucial entrenar sobre buenas prácticas en la materia para tener un proceso adecuado que evite la revictimización durante su realización. El trato es central, y para eso primero quienes representan a las personas en juicio deben entender qué es ser LGBTIQA+ y entender que es crucial, por ejemplo, dirigirse a las personas de acuerdo con su nombre social y al artículo que a esas personas les parezca respetuoso de su personalidad, sea él, ella o elle. Pero de la mano con las cuestiones adjetivas es necesario capacitar a los y las representantes de las personas en el proceso sobre las defensas adecuadas que a su respecto se presentan. Porque las personas LGBTIQA+, al igual que las personas que han vivido en ciclos de violencia de género, como las mujeres, por ejemplo, reaccionan de manera distinta frente a ciertas situaciones constitutivas de delito o situaciones violentas, porque también han vivido una discriminación histórica institucional e individual. Por lo mismo, es que, a su respecto, la forma de plantear una legítima defensa o un miedo insuperable no es igual que en un caso de alguien que no pertenece al colectivo LGBTIQA+”.

Uno de los desafíos más grandes que enfrentó la académica de la Facultad de Derecho UDP como profesora de este curso fue “el poco conocimiento que existe sobre la temática. Esto se explica, a mi juicio, desde dos aspectos. Lo primero, que si bien las personas LGBTIQA+, si bien son un grupo especialmente vulnerable, a diferencia de otros grupos vulnerables como mujeres o indígenas, las personas LGBTIQA+ no cuentan con un tratado internacional de derechos humanos que los resguarden. Eso es brutal, porque finalmente las protecciones de los derechos de esas personas se deben construir interpretativamente sobre la base de lo que permiten los tratados de derechos humanos genéricos o algunos de nicho como la Convención Belem do Pará, pero que es relativa a las mujeres. Falta, urge, un tratado internacional que resguarde los derechos de las personas LGBITQA+. Junto con esto, lo otro que ha llevado a la falta de conocimiento es lo rápido que avanza el concepto LGBTIQA+, lo cual muchas veces confunde a las personas y si no se informan activamente, no se logra acceder a lo rápido que se desarrolla y muta lo relativo a la diversidad”.

“A mí lo que me abruma es el desconocimiento, porque creo que incluso las personas llamadas a resguardar y proteger los derechos y garantías procesales y derechos humanos tienen poco contacto con la temática. Por lo que este tipo de capacitaciones y cursos son esenciales para desarrollar habilidades blandas y conocimientos jurídicos que sean especiales para este grupo, sólo así se logra un adecuado acceso a la justicia”, concluyó Castillo.